Un episodio de alta tensión el pasado sábado por la mañana alrededor de las 7:55 horas en el tercer puente que conecta Neuquén con Cipolletti. El incidente involucró a un conductor que, al ser abordado en un control de alcoholemia rutinario, decidió evadir la detención, provocando una peligrosa persecución que culminó en el interior de Cipolletti.
Durante el control, llevado a cabo por personal de seguridad vial, seis personas resultaron con niveles de alcohol en sangre superiores a los permitidos. Sin embargo, el caso que acaparó mayor atención fue el de un hombre al volante de un Volkswagen Gol blanco, quien optó por no detenerse cuando se le ordenó hacerlo. Su evasiva no solo puso en riesgo su propia vida, sino también la de otros conductores y peatones en la zona.
El intento de fuga del conductor desencadenó una persecución que se extendió hasta el interior de Cipolletti, donde fue finalmente detenido por las unidades de seguridad cuarta y 24. El conductor resultó ser un policía residente en Centenario, que se desempeña en la caminera de Cinco Saltos. Durante su detención, el individuo justificó su actitud con una sorprendente declaración, diciendo que no tenía “ganas” de parar, un comentario que agravó su situación legal por resistencia a la autoridad.
A pesar de la grave infracción y el comportamiento evasivo, la prueba de alcoholemia realizada tras su aprehensión dio un resultado negativo. Este hallazgo sorprendió a las autoridades y generó una serie de interrogantes sobre el motivo detrás de su conducta. La requisa del vehículo y del individuo no reveló motivos válidos para su comportamiento, ya que el automóvil no tenía pedido de secuestro y el hombre no contaba con antecedentes penales.
El incidente ha suscitado una reflexión sobre la seguridad vial y la conducta de los agentes de la ley, especialmente en situaciones que comprometen la seguridad pública. Las autoridades están llevando a cabo una investigación para esclarecer los motivos detrás de la evasiva del conductor y determinar las medidas legales correspondientes. Este episodio pone en evidencia la importancia de mantener el rigor en los controles de seguridad vial y la necesidad de que todos los ciudadanos, incluidos los funcionarios de la ley, respeten las normativas establecidas para garantizar la seguridad en las vías.